Llegué al Club Deportivo San Vicente después de caminar solo cinco cuadras (distancia de mi casa al club), con la ilusión de ver buenos partidos de básquet. Era la final del Torneo de Clubes y se suponía que los encuentros serían atractivos. Cuando entré al establecimiento ya se estaba disputando el partido por el tercer lugar: Colón enfrentaba al Colegio Santa María. Pero sin dudas las miradas estaban puestas en los dos equipos que estaban haciendo la entrada en calor. El equipo local y el Social de Alejandro Korn.
Tanto el “depo” como el Social tienen un duelo muy particular, ya que en las últimas dos presentaciones de la Liga Metropolitana se enfrentaron y la victoria quedó en manos de las chicas de San Vicente.
Ya el primer encuentro lo había ganado Colón con un triple perfecto de Dévora Keuchakian, sobre el final. Para sellar el partido 50- 48. Tanto el Club Deportivo como el Social se reunieron en ronda y comenzaron a arengar antes del inicio del primer tiempo. Se veía mucha unión en ambos planteles.
Después de esa previa alentadora, el salto inicial que se dio en el círculo de mitad de cancha, hizo que comenzaran los primeros forcejeos. Lo que demostraba que sería una final durísima.
En los primeros minutos, el Deportivo San Vicente salió con todo, con un juego de ataque impulsado por Rocío Kikoli (capitana del equipo), que convirtió los primeros dos puntos del encuentro. Si bien todos los intentos del Social fueron bien bloqueados por las chicas sanvicentinas, el ánimo del equipo se mantuvo y las ganas de ganar nunca se perdieron, aunque no pudieron anotar puntos en toda la primera mitad. También fue de la mano con que el resto del primer cuarto y el segundo fueron a puro ritmo y se cometieron muchas faltas, que le estaba poniendo mucha pimienta al juego.
Fue fundamental mantener el ánimo de las jugadoras en el entretiempo, aunque esto solo le sirvió a uno de los equipos, el Social de Alejandro Korn. El eterno rival del Depo salió distinto, se metieron en el partido e igualaron el marcador con grandes corridas de Stephanie Senas. A partir del empate se vivió otro partido, con el Social muy cerca de ganarlo y con el campeón muy erróneo. Las chicas se equivocaban en los pases, en las recepciones y en la línea ofensiva.
Cuando faltaban cinco minutos para el final del partido, una bandeja excelente de la jugadora del conjunto de Alejandro Korn, María Palma les permitió ganar. Mientras tanto, Deportivo buscaba la heroica, pero los pases que daba Vanesa Higuaín nunca llegaron a destino y fueron bloqueados por la buena defensa rival.
La explosión del plantel del Social fue increible, un desahogo por haber llegado a la final y de haberle ganado a su gran verdugo. Abrazos y llantos, que mostraban el esfuerzo de un año entero. Mientras que del otro lado estaba las juveniles del Deportivo decepcionadas, pero el consuelo de haber hecho un gran año.
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