Marie Ferdinand-Harris, de Los Ángeles Sparks, no se cansa del baloncesto. Tanto es el fanatismo por este deporte que creó su propia organización, destinada a mejorar la vida de los estudiantes y jóvenes mediante la aplicación de habilidades de la cancha a las aulas. Dicho lugar lleva el nombre de “Escuela de baloncesto de excelencia Marie Ferdinand”.
A los 13 años, Marie ya tenía en claro que deporte le gustaba. Pero no sólo se estancó en querer ser una jugadora profesional, sino que también quería ir a la universidad y avanzar en su educación y su carrera. Porque sólo el esfuerzo de una madre soltera para mantener a seis hijos, no alcanzaba. Las opciones eran limitadas.
A los 13 años, Marie ya tenía en claro que deporte le gustaba. Pero no sólo se estancó en querer ser una jugadora profesional, sino que también quería ir a la universidad y avanzar en su educación y su carrera. Porque sólo el esfuerzo de una madre soltera para mantener a seis hijos, no alcanzaba. Las opciones eran limitadas.
En su camino universitario, aterrizó primero en la Universidad Estatal de Lousiana. Allí jugó para el equipo de Los Tigres de LSU señora de baloncesto, donde acumuló 120 partidos con un porcentaje del 49% de efectividad. En aquel lugar fue donde hizo sus principales armas para luego desempeñarse en el ámbito profesional.
Luego, fue elegida por los Utah Starzz en el draft de la WNBA , donde jugó un año (hasta el 2002). Más tarde pasó a San Antonio Silver Stars (2003-2007) y actualmente se desempeña en Los Ángeles Sparks, desde el 2008.
El propósito de su escuela es ayudar a desarrollar las habilidades a lo largo de los primeros años de la carrera de un jugador. Es un plan para el éxito basado en las experiencias de Marie Fernand Harris, que admitió que todas sus habilidades para la vida, como la responsabilidad, la confianza y el liderazgo, provinieron de jugar al básquet.
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